miércoles, 28 de diciembre de 2011

DESPEDIDA A UN AMIGO.

Querido Juan Carlos:

Poco antes de Nochebuena, cuando me encontraba en casa para pasar tan entrañables días en compañía de mi familia, un amigo común me llamó y me dijo que no volveríamos a verte.

En una gélida mañana invernal, la chica que limpia el portal de tu casa te halló, inerte, en el descansillo de la escalera, a escasos metros de la puerta del domicilio que, a causa de tus problemas económicos, te veías obligado a compartir con los dos rusos (que en realidad son rumanos, pero eso a ti nunca te importó, y ya no es momento de llevarte la contraria).

Me contaron que, de madrugada, te resbalaste en esa maldita escalera con tal mal fario que te golpeaste en la nuca y perdiste la vida.

Desde entonces no hago más que intentar recordar el último botellín (esta vez ya no fue el penúltimo) que tomamos juntos en el Bar de Sinchan, las partidas de mus que compartimos, cómo veías la grande para echarte un farol a pares o al juego (ganándote las broncas de Sinchan), la palmera de chocolate que te comías a deshoras o esos aperitivos que últimamente rechazabas porque te estabas arreglando la dentadura y apenas podías masticar.

Me quedaré con lo mejor de tu carácter, con tus chascarrillos y sonrisas después de la partida, con ese buen humor del que siempre hacías gala; no te importaba el resultado de la partida ni que la ayuda por desempleo tocara a su fin sin que se acabara de arreglar lo de los papeles de tu merecida prejubilación.

Me gustaría despedirme de ti con una fotografía de tu maravillosa tierra extremeña, esa misma que tan fría, repentina y prematuramente te acoge.

Descansa en paz amigo.

Valle del Ambroz,
inmediaciones de Hervás (Cáceres)
Primavera del 2005

domingo, 6 de noviembre de 2011

VISITA AL CEMENTERIO.

Cementerio de Parajas (Allande)

Otra vez volvemos a casa, aprovechando un puente. A las tradicionales procesiones por la Carretera de La Coruña se unió esta vez la visita a los cementerios. Incluso para los no religiosos, como quien suscribe, visitar un Campo Santo, ver las tumbas de tantas y tantas personas, y recordar a los seres queridos es un ejercicio muy aconsejable.

Esta tradición, amenazada por la reciente irrupción de las charlotadas del Halloween y por el paulatino aumento de las cremaciones, supone todo un homenaje a aquellos que nos han dejado, y permite, además, reflexionar y afrontar los problemas cotidianos desde otra perspectiva.



En las huertas de casi todas nuestras casas, hay un pequeño trozo de tierra donde se plantan las flores con las que cada uno de noviembre se adornan las lápidas y tumbas de nuestros antepasados. Las especies más habituales (por su tardía floración) son las dalias y, sobre todo, los crisantemos.

jueves, 27 de octubre de 2011

HOLOCAUSTO FORESTAL



"La ignorancia es la madre de todos los crímenes". Honore Balzac.

Hayedo de Monasterio de Hermo (Brañas del Narcea)

Desde la distancia busco, y devoro con ansiedad, noticias sobre los últimos incendios en ese rincón de Asturias que me vio nacer. Leo con rabia e impotencia las reseñas de nuestros diarios regionales y de los escasos blogs que se hacen eco del desastre. En la presa, radio y televisión nacionales no existimos; sólo hay fuegos en Galicia y, por la desgraciada muerte de un brigadista, en León.

Los últimos días, aprovechando un otoño anormalmente caluroso y seco, hectáreas y hectáreas de valiosísimos bosques y monte bajo ardieron por la acción de pirómanos y terroristas que no se merecen otra cosa que pudrirse en la cárcel. Para más inri, esto tiene lugar ante la clamorosa pasividad de una Administración desbordada, empeñada en minimizar la trascendencia de lo sucedido, y en ocultar la más que preocupante inexistencia de una política forestal medianamente seria y la manifiesta inutilidad e inexperiencia de sus políticos.

Afortunadamente, llegaron las lluvias y parece que el fantasma de nuevos incendios se aleja por unos meses, tiempo en el que conviene reflexionar y tomar medidas para que esto no vuelva a repetirse (¿es mucho pedir?).


Sé por experiencia que en cada aldea y pueblo del Suroccidente de Asturias casi todo el mundo conoce con exactitud cuál de sus vecinos se ha dedicado durante años a prender fuego al monte, gozando de una absoluta impunidad y con peregrinas excusas: pastos, caza, venganza por el despido de una brigada de extinción de incendios, litigios por la propiedad de cuatro puñados de tierra,...

Es fundamental que todos y cada uno de estos vecinos ayuden a quienes tienen la obligación de investigar estos delitos (fundamentalmente, al Seprona) a encauzar y dirigir las pesquisas hacia individuos como el que tuvo la criminal idea de prender fuego en la braña de Collada en una aciaga y ventosa noche que los vecinos del Valledor no olvidarán en su vida. Este individuo no sólo quemó un valle entero con su inmenso pinar, sino que destruyó para siempre una parte importantísima de nuestro patrimonio arquitectónico y etnológico (una simple llamada anónima puede servir para que el indeseable acabe pagando por el imperdonable delito que ha cometido).

Hayedo de Monasterio de Hermo

En los últimos años, se están produciendo preocupantes incendios en las inmediaciones del que pasa por ser uno de los mayores robledares de Europa, Muniellos (sin ir más lejos, en La Viliella, por poner un ejemplo repetido). Nadie hace nada al respecto. Es absolutamente necesario que la Administración se ponga las pilas, que tome cartas en el asunto y que los autores de estas "hazañas" sientan el aliento de la justicia en su cogote. De nada sirve llevarse las manos a la cabeza cuando se produce el desastre.

Estos desgraciados episodios hacen que nos olvidemos que estamos en otoño, una estación preciosa, o, como dijo Albert Camus, una segunda primavera en la que cada hoja es una flor. En las montañas, prados y bosques hay una explosión de contrastes y de colores; podemos admirar distintas tonalidades y matices de ocres, marrones y dorados en las hojas muertas de nuestros castaños, abedules, álamos, cerezos, arces, robles, alisos, fresnos, nogales, hayas, ...

Tenemos que acabar ya con esto, si queremos seguir disfrutando de imágenes como las que ilustran esta entrada.

martes, 13 de septiembre de 2011

ESQUÍ CONTRA LA CRISIS.

Esta pasada primavera un oso se acercaba a la aldea de Cobos (a escasos siete kilómetros de la villa de Cangas) para darse un atracón de cerezas y nisos, y en la Linde (al pie de Leitariegos) otro hacía lo propio, rompiendo varias ramas de jóvenes cerezos bravos.

Cerca de la vecina Fonsagrada un rapídisimo y audaz esbardo retaba a una carrera a los sorprendidos ocupantes de un todoterreno por una de esas recónditas carreteras (después de dejarse hacer una fotografía con un teléfono móvil y demostrar claramente su superioridad abandonó la vía para tomarse unos chatos con sus colegas).

En Fuentes de las Montañas, un verano sí y otro también, los cortines son asaltados por una banda de peligrosos plantígrados, que se llevan el contenido de truébanos y modernas colmenas, a pesar de los desvelos de los escasos lugareños. Menos mal que el Agente Forestal del Principado se personó ipso facto en el lugar de los hechos y la indemnización no va a tardar en llegar: dicen que sobre el 2020 empezarán a cobrar los primeros euros.

Cuentan que en Degaña otro oso (o quizás sea siempre el mismo) se subió a una pala para comerse el bocadillo de su operario, en un flagrante descuido de éste. Dicen incluso que hizo ademán de arrancar la máquina para cargarse el coche de un tal Victorino; en su declaración ante la Autoridad Judicial nuestro oso (al que vamos a llamar Bubu) reconoció todos los cargos, y manifestó que no se decidió a arremeter contra el vehículo por no recordar con exactitud la matrícula del tal Victorino (al parecer, un tal Alonso tiene un coche con una numeración muy similar). El operario finalmente retiró la denuncia y Bubu pudo volver al monte libre de cargos, si bien se rumorea que hay una orden de protección que impide al buen Bubu acercarse al ínclito Victorino. En fin, ya se sabe. La Justicia es ciega.

Huella plantar de nuestro amigo Bubu
(Del Sumario, declarado TOP SECRET)

El año pasado dos esbardos (hermanos, por más señas) se dejaron ver durante varias jornadas en una soleada ladera entre las poblaciones de Fondos de Vega y La Viliella. La carretera se llenó de lentes ópticas para inmortalizar estos paseos de nuestros protagonistas; además de cámaras fotográficas había algunos individuos con una conducta un tanto peculiar: se empeñaban en sujetar las cámaras invadiendo uno de los tramos más peligrosos de la carretera, demostrando poco, o ningún, aprecio por su propio pellejo.

Hace unos días, en un lugar muy cercano, una pareja de osos se hacía famosa en el nuevo programa de La Sexta: el Gran Hermano Osuno. Los osos, ávidos de alcanzar un efímera fama, protagonizaron una tórrida escena, que ya ha dado la vuelta al mundo. Cuentan que el gran Lobato va a dejar de seguir por medio mundo a Fernando Alonso y se va a instalar en el Suroccidente de Asturias para presentar el ya famoso Gran Hermano Osuno (le están preparando reglas nemotécnicas para que no olvide los nombres de Lara y Villarina, mucho más complicados que los de Alguersuari, Button, etc).
Por su parte, otra estrella del firmamento televisivo, el simpar Jordi González, prepara un emocionante programa en el que Paca y Tola contactarán con el más allá y podrán hablar con su difunta madre, vilmente asesinada por un furtivo en Gedrez.
Mientras tanto, el Principado hace una agresiva campaña publicitaria con un tal Yogui de protagonista, y baraja la posibilidad de cambiar los nombres del Río Narcea y del Parque Natural de Fuentes del Narcea, por otros con mayores atractivos turísticos (Yellowstone y Parque Natural de Fuentes de Yellowstone, respectivamente). Los Obama se han ofrecido para inagurar una placa con el nombre del Río en el Puente Colgante.

Todas estas noticias no hacen más que confirmar un dato irrefutable, a la par de reconfortante: la población del mayor mamífero (que no mamón) de la Península Ibérica poco a poco parece recuperarse. No obstante, persisten seculares problemas que siguen poniendo en serio peligro su futuro: la endogamia por la fragmentación de las poblaciones occidental y oriental, el furtivismo (lazos, impresentables de gatillo fácil, amigos de la estirnina y otros sucedáneos) y, especialmente, la pérdida del hábitat por la acción humana (explotaciones a cielo abierto, autopistas y otras vías de comunicación, incendios, estaciones de deportes de invierno,..).

Como no todas la noticias pueden ser buenas, un joven político accede hace unos meses a la Alcaldía del mayor municipio del Principado de Asturias y, como única propuesta para capear esta crisis, señala la ampliación de la estación de esquí de Leitariegos, y, para más inri, recupera la idea de una autovía entre La Espina y Ponferrada, esta vez cargándose nuestro valle del Río Naviego (quieren cambiar su nombre por el de Pecos). Eso sí, todo esto se pretende hacer con la única intención de ayudar a la población rural, dado que las estrictas medidas de protección asociadas a la declaración del citado Parque de Yellowstone impiden a nuestros ganaderos y agricultores poder desarrollar sus labores cotidianas y les impide lucrarse con el gran negocio del oro blanco, la nieve. Además, promete "forfait" gratis para todos ellos. Mi abuela, con sus noventa primaveras y que vive muy cerca de Leitariegos, está muy contenta porque, por fin, va a poder esquiar, y dice que con la estación va a ganar dinero a espuertas para repartir entre sus numerosos, y necesitados, nietos.

La ampliación de la estación de Leitariegos, a costa (supongo) de terrenos incluidos en la Reserva Natural del Cueto de Arbás, supone una actuación realmente agresiva y dañina en un lugar estratégico para la conservación de una especie emblemática: el denominado corredor de Leitariegos permite el contacto entre las poblaciones básicas y cruciales para la conservación del Oso Pardo en España, las de Somiedo y las del Alto Sil, Narcea y Degaña. Una actuación en este lugar supondría, unida a las explotaciones a cielo abierto de nuestro amigo Victorino, un golpe realmente duro (casi diría que definitivo) para la sobrevivencia de especímenes tan bellos como el de la fotografía que sigue.

Esta imagen de un joven esbardo disfrutando en un prado cangués de (... mejor no lo digo) fue tomada con un modesto teléfono móvil a la una de la tarde de un magnífico día primaveral. Pensemos lo que vamos a hacer si queremos seguir viendo cosas como estas, y que nuestros hijos y nietos puedan decir lo mismo. Por cierto, creo que existe una cosa que se llama Unión Europea, y otra que se llama declaración de impacto ambiental: mis esperanzas (siempre he sido demasiado ingenuo) quedan depositadas en esas pocas palabras. Esperemos que puedan más que otras que suenan bastante peor, como éstas que, a vuela pluma, se me ocurren: egoísmo, ignorancia, dinero, ...

Moraleja: Menos esquiar, y más trabajar.

lunes, 4 de julio de 2011

ORQUÍDEAS SILVESTRES

Cuando pienso en orquídeas, lo primero que se me viene a la cabeza es una delicada flor que crece en un árbol en medio de la jungla de la Amazonía o de cualquier otra selva tropical del planeta, pero también abundan en zonas templadas y las podemos encontrar sin gran esfuerzo en cualquier prado de nuestro Principado durante buena parte de la primavera.


El nombre de la planta deriva del griego "orchis" (testículos), y se debe al parecido de su rizoma (enterrado bajo tierra y que se mantiene vivo varios años) con los genitales masculinos.


Además, en la mitología griega, hubo un tal Orchis, hijo de una ninfa y un sátiro, que durante unas fiestas en honor al dios Dioniosios (el Baco de los romanos) pilló una tremenda borrachera y violó a una sacerdotisa. Por mediación divina fue devorado por las fieras, mas sus padres suplicaron a los dioses, que le devolvieron la vida a cambio proporcionara satisfacción a los hombres (revivió convertido en una orquídea). Los griegos creían que comer orquídeas les servía para obtener el vigor de Orchis.

Sea por el parecido de su semilla a los testículos, por ser la reencarnación del famoso Orchis, o simplemente por la ignorancia del ser humano, desde la antigüedad los tubérculos de las orquídeas son recogidos para su consumo por sus supuestos poderes afrodisiacos. Así, la bebida nacional de Turquía es el salep (que significa testículos de zorro, aludiendo nuevamente a su peculiar forma), y es elaborado con la pulpa del bulbo de ciertas especies de orquídeas. A esta bebida se le atribuyen también propiedades afrodisiacas, y su consumo supone una fuerte presión sobre la población de orquídeas silvestres de Asia Menor y el Próximo Oriente. Bien, no conviene correr mucho la voz, porque veo a más de uno destripando terrones para recolectar bulbos.


Pero lo más sobresaliente de las orquídeas no se debe a la peculiar forma de sus rizomas, sino a las propias flores, con extrañas y llamativas formas que no tienen otra función que la de atraer a los insectos y favorecer la polinización. Charles Darwin escribió "La fecundación de las orquídeas" en 1862, obra en la que describe los diferentes modos en que son polinizadas distintas especies de orquídeas. La observación de las interacciones entre la planta y sus insectos polinizadores fue clave para la famosa teoría de la evolución de las especies.
Las fotografías que ilustran esta entrada son de varios ejemplares de Orchis mascula o Satirión manchado y fueron tomadas a principios del mes de mayo en una zona próxima a los pueblos de Lomes y Tarallé (Pola de Allande), las dos primeras en un prado que recibe el nombre de Curuxeo, al igual que el bosque que lo rodea.

lunes, 27 de junio de 2011

PASEO CAMPESTRE.

En estos calurosos días del recién iniciado período estival, y antes de las ansiadas vacaciones, no hay nada mejor que aprovechar los fines de semana para dar un paseo por el campo, lo que alivia un poco el sofocante calor y, además, sirve como perfecta válvula de escape del estrés laboral.


La zona elegida fue, por proximidad geográfica, la Sierra Madrileña, y más concretamente las inmediaciones del precioso pueblo de Zarzalejo, en las laderas de uno de los puertos preferidos de los moteros, el de la Cruz Verde. Es una zona granítica con dehesas para el ya escasísimo ganado vacuno, en el que coexisten encinas, rebollos, castaños (en flor) y, cómo no, las zarzas que dan nombre a la población.

Tras una opípara comida en el Restaurante La Posada (en la Plaza principal del pueblo), nos asomamos un rato al conocido como Mirador del Guijo y después dimos un pequeño paseo aprovechando la abundancia de caminos con sombra. La zona estaba repleta de mariposas y pude ejercitarme en la difícil tarea de fotografiar tan inquietos animales.


Mirador del Guijo, Zarzalejo.

Ni los medios técnicos (una sencilla cámara compacta) ni mi escasa pericia ayudan, pero, por fin, pude hacer un par de fotografías decentes a una de las mariposas más espectaculares de la Península Ibérica, la Pavo Real.

La he visto muchas veces en mis paseos y rutas por la zona suroccidental asturiana, pero no he podido pasar de hacer alguna fotografía lejana. En esta oportunidad, me aposte en las inmediaciones de una fuente y pude observar cómo un gran número de mariposas, de distintas especies, se acercaba al pequeño hilo de agua, y no resultó demasiado complicado capturar con mi cámara a muchos de esos sedientos animalillos.


Mariposa Pavo Real (Inachis Io)

Al verla de perfil, destaca por su color oscuro, casi negro, pero cuando realmente deslumbra es cuando abre sus alas y muestra sus espectaculares ocelos.

Mariposa Pavo Real (Inachis Io)

La Inachis Io puede ser vista en cualquiera de nuestros prados y bosques, siendo la ortiga el alimento preferido de sus orugas. Sorprende e impacta por su colorido y por los cuatro ocelos de sus alas, que tienen por finalidad ahuyentar a los posibles depredadores.

El principal enemigo de estos animales no son esos depredadores, sino el "homo sapiens", y las consecuencias que su presencia trae sobre el Planeta Azul. El cambio climático y las nuevas técnicas de la agricultura intensiva, con el abuso de los insecticidas y el cultivo de productos transgénicos, ha puesto en serio peligro de extinción a este bello animal (y a otros muchos) en varios países de Europa.

En fin, cambiemos de tema. Se acaba el mes de junio y para todo cangués de pro comienza la cuenta atrás para el día más esperado del año, el de la Descarga, de la que esperamos poder disfrutar un año más desde El Fuexo. Hasta pronto.




lunes, 23 de mayo de 2011

TRES GUERRAS, TRES LECTURAS

"Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo". Proverbio árabe.

"Cuando era joven leía casi siempre para aprender; hoy, a veces, leo para olvidar". Giovanni Papini
.


Las últimas semanas, dejando de lado mis tradicionales lecturas de novela negra y las obligadas por motivos laborales, me ha dado por leer tres libros sobre otras tantas guerras.

El primero de ellos fue el último "best-seller" del archiconocido Ken Follett, quien, tras el éxito de sus Pilares de la Tierra (magnífica novela) y de (su continuación) Un Mundo sin fin, se decanta por escribir una trilogía basada en la historia entrecruzada de cinco familias durante el pasado siglo XX. "La Caída de los Gigantes" supone el inicio de esa trilogía, y su lectura ha supuesto para mí una tremenda decepción. Sigue con su estilo sencillo y de fácil lectura (que tanta fama le ha proporcionado), pero en este caso la historia que narra adolece de la frescura y de la fuerza de sus otras novelas.

No obstante, de las muchas páginas que componen la obra salvaría la descripción, en los primeros capítulos, de la vida y de la huelga de los mineros de Gales (tema que el autor ya aborda, y diría que con mucho más tino, en "Un lugar llamado libertad"), y la más que acertada explicación que ofrece de una de las grandes conquistas del siglo XX, el voto femenino.

En el otro lado de la balanza, la simplicidad con la que describe el proceso revolucinario ruso y, por encima del resto, los propios personajes, que protagonizan todos y cada uno de los hechos singulares de la antesala de la Gran Guerra y de la misma contienda, quitando a la novela todo atisbo de verosimilitud (supongo que la literatura puede consistir precisamente en esto, pero considero que, si lo que trata es de ceñirse a los acontecimientos más destacados de la pasada centuria, esta forma de tratar el tema no es la más adecuada).

Menos mal que me prestaron el libro y no me lo compré.

La segunda lectura es "El lápiz del Carpintero", de Manuel Rivas, que cuenta una historia de amor en la Guerra Civil Española entre un repúblicano preso, y condenado a muerte, y la hija de una familia gallega adinerada.

El tema en sí ya me resulta atractivo, pues un familiar cercano se vio en un trance parecido al del literario profesor Daniel da Barca (figura inspirada en la historia real de un médico de Tuy, Francisco Comesaña). Pero lo que me sorprendió de la novela fue el estilo de Manuel Rivas, una prosa repleta de bellas metáforas que hay que leer despacio, saboreando cada párrafo y que convierten a esta breve novela en una verdadera obra de arte. Además, parece querer dejar a un lado el drama de la guerra para entremezclar, de una forma magistral, anécdotas y fábulas, impregnadas ambas del sentido mágico, la superstición y la ironía tan propias del carácter gallego.

Estatua de Breogán. A Coruña.



La última historia se desarrolla en la Alemania de Hitler, en plena Segunda Guerra Mundial, y cuenta la vida de Liesel, una niña que aprende a leer con un Manual del Sepultero, "encontrado" con ocasión del entierro de su hermano. "La ladrona de libros" es una sorprendente e impactante novela del joven escritor australiano Markus Zusak, quien se inspiró en los recuerdos de su madre, testigo de excepción de la Alemania nazi.

La narradora no es otra que la señora de la guadaña (la muerte), quien cuenta una triste historia, con una ternura y sensibilidad de la que, desgraciadamente, carecemos la mayoría de los mortales.

El autor muestra una colección extraordinaria de personajes, describiéndolos y a la vez retratándolos con enorme precisión y gran originalidad; en el libro podemos leer cómo un niño ario corre y se tiñe con betún para imitar a su ídolo, nada menos que a Jesse Owen, cómo un padre adoptivo se convierte en héroe acogiendo en su casa a un judío por cumplir la palabra dada, cómo la madre adoptiva saluda a sus familiares y amigos con un efusivo "saukerl" (cerdo), cómo la protagonista roba su libros de la biblioteca de la mujer del alcalde, con consentimiento de ésta, ...

En fin, una gran novela que me recordó mucho por la forma (tierna, humana y sensible) en que cuenta un verdadero drama a "La Vida es Bella", esa excepcional película del italiano Roberto Benigni.

P. D.- Esta mañana, mientras escuchaba en la radio a distintos periodistas comentar los resultados de las recientes elecciones municipales y autonómicas, me impactó la noticia del terrible y dramático hecho acontecido en el vecino municipio de Degaña.
Mi más sentido pésame y un abrazo muy fuerte para esa familia, que tan mal lo tiene que estar pasando, y que caiga todo el peso de la justicia ( y más, si fuera posible) sobre ese malnacido y cobarde que ha segado la vida de tres personas y destrozado la de otras muchas.




domingo, 17 de abril de 2011

OTRA VEZ EN PRIMAVERA.



"La Primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido" (ANTONIO MACHADO)

Después de un largo y no muy frío invierno, llega nuevamente la primavera, que, incluso en los lugares más áridos de España, tiñe de color jardines y campos.



Nazareno
(Muscari Neglectum)



Nazareno
(Muscari Neglectum)

Esta extraña y llamativa flor no es habitual en Asturias; el verde del fondo puede inducir a error, pues las fotografías no fueron tomadas en ningún lugar del Principado, sino en Illescas (Toledo), capital de la comarca de La Sagra. El nombre vulgar de la planta responde al color de sus flores y a que su floración suele coincidir con la época de Semana Santa.





Uña de gato, hierba del cuchillo, Higo del Cabo, ...
(Carpobrutus edulis)

También en primavera, y generalmente en zonas costeras de todo el litoral peninsular, podemos admirar bellísimos y coloridos arriates de una flor que, traída de Sudáfrica para decorar nuestros chalets y casas de playa, se ha convertido en una las plantas invasoras más peligrosas que podamos hallar. Es una planta rastrera que cubre el suelo totalmente, impidiendo el crecimiento de las especies autóctonas. Además, fija el terreno, poniendo en serio peligro los escasos ecosistemas dunares de nuestras costas. La podemos encontrar tanto en el norte de España (en el Cabo Peñas, sin ir más lejos), como la costa mediterránea (estas fotografías fueron tomadas en el Cabo Palos, en Murcia). En muchas Comunidades Autónomas emprenden campañas para eliminarlas, con el fin de conservar las plantas autóctonas y los paisajes dunares.


Lantana, Bandera Española, Flor del Duende, ...
(Lantana camara)

Aquí tenemos otra planta alóctona procedente de Centro América y América del Sur, introducida por su indudable valor ornamental y que es también una especie invasora.




Patita de burro
(Iris Sisyrinchium)

La introducción de especies invasoras es la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel mundial, después de la pérdida del hábitat. Así, las dos especies fueron fotografiadas en el mismo lugar que el pequeño lirio conocido vulgarmente como patita de burro o lirio enano, que , como otras muchas especies, correría serio peligro de no hacer frente a la amenaza que supone para el ecosistema la introducción de las conocidas como especies invasoras.

Me viene a la memoria el no menos nocivo eucalipto, introducido por la industria papelera en la costa cantábrica y onubense, y que ha supuesto la práctica desaparición del arbolado autóctono en toda la marina de esas zonas, pero esta es otra historia...